Quilapayun - Latitudes
Notas de Marco Castro desde Santiago de Chile
Se termina el exilio forzoso en 1988, por lo cual, quienes opten por vivir fuera de Chile son considerados como “exiliados voluntarios”. El conjunto Quilapayún opta por continuar su vida artística en Francia, al revés de otros conjuntos, como los Illapu y los Inti Illimani, que se radican en el Chile natal. Como se ha dicho anteriormente, la intensidad de las producciones tuvo detención, pues ya era poco el material nuevo que se estaba dando a luz, junto con la frecuencia de las presentaciones. Ya no sólo era la renovación del discurso a contar del año 1981, sino que el fin de la Dictadura chilena careció del atractivo coyuntural que tenían las canciones más “comprometidas”. Es cierto que se regresó a una eventual “democracia” (burguesa, liberal, neoliberal), pero no es menos cierto que los niveles de represión y censura descendieron significativamente desde el día en que asumió el nuevo Gobierno, el 11/03/1990, encabezado por Patricio Aylwin (democratacristiano, el cual, como casi todos los de su partido, apoyaron el Golpe Fascista del 11/09/1973). Esta baja de intensidad musical no debe tomarse en cuenta como una especie de “división” ni menos de un punto final. A como diera lugar se le dio continuidad al grupo, independiente de la calidad musical que podría permanecer. En este largaduración grabado y editado en Francia (sello DOM, 1992), la formación fue ésta: Carlos Quezada, Hernán Gómez, Rodolfo Parada (director), Hugo Lagos, Guillermo García, Ricardo Venegas y Patricio Wang. Será la última participación de Carlos Quezada (el cual, después del retiro de Willy Oddó pasó a ser la voz principal) y de Ricardo Venegas, que se retiraron poco después. La producción tiene casi todos los temas “nuevos”: destacan “Latináfrica”, “Creer es ver”, “Otro tiempo”, “Allende”. No es menor la mención de una tercera versión en estudio de “La Batea”, con cambio de letras, acorde a los nuevos tiempos. Los arreglos son similares a los anteriores largaduraciones en estudio, como la ejecución de instrumentos más “tecnológicos” (o “modernos”). En cuanto a formato de presentación, fue el primer fonograma en aparecer originalmente en CD (incluyó también casete): como dijimos, lo sacó en la partida el sello DOM de Francia, y al poco tiempo apareció en Chile con el sello Alerce, respetando orden y cantidad de canciones, así como la portada.
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