Quilapayun - Absolutamente
Notas de Marco Castro desde Santiago de Chile
Después de 13 años, aparece en 2012 una producción en estudio, grabada en Francia y en Holanda. Por un asunto judicial, los Quilapayún no pueden usar el nombre en su tierra de residencia, por lo que la edición de la partida la sacó el sello Picap de España (al igual que el anterior en vivo, “A Palau”). Es un disco notorio en calidad, y diría “reivindicativo”, puesto que marcar presencia acerca de una eventual agonía o existencia artificial. Los temas son los siguiente muchos de ellos nuevos, donde destacan “Preludio”, “Según el favor del viento” (de Violeta Parra, que no se había grabado por ellos), “Transiente” (en nueva versión), “Por ellos canto” (de Daniel Viglietti(), “Siete por ocho”, “Ramona Parra” (distinta a la original “Ramona” que sacaron en vinilo single en 1971) y “La Batea” (con su cuarta versión en estudio). Me permito la licencia de copiar textualmente un comentario aparecido el 15/12/2012 por Xavier Pintanel, que textualmente dice “Absolutamente Quilapayún es un buen disco, a la altura del buen Quilapayún de siempre. Y visto el momento de creatividad por la que pasan sus componentes, el próximo puede ser mejor. Solo necesitan un poco más de plata y la tranquilidad necesaria para poder estar más pendientes del pentagrama que de las leyes y las amenazas. Yo soy de los muchos —o pocos, ya no sé— que siempre hemos creído que el conflicto de los quilapayunes no se decidiría en los juzgados, sino en el escenario que es donde deben decidirse este tipo de litigios. Si esto es así, hoy por hoy, el grupo dirigido por Parada/Wang le está ganando por goleada al de Carrasco”. Agregaría yo el “no sólo en los escenarios, sino en los estudios y en el auditorio serio”. La formación es la siguiente: Rodolfo Parada (director), Patricio Wang, Mario Contreras, Patricio Castillo y Sergio Arriagada Tal vez los años de demora en aparecer un material así “bien valía la pena”, podemos decir, entre tristezas y alegrías, que la perduración no ha sido vana, y que los tiempos y la mantención no están para concretar trabajos que salga a la luz con la continuidad de los 70’ y parte de los 80’. Han visitado a Chile, y siempre tendrá sus seguidores, que poco le importan las disputas judiciales, jurídicas o las descalificaciones mutuas, sino escuchar, vivir, sentir, percibir y seguir con la conciencia en alto.
A MODO DE CONCLUSIÓN
No hemos incluido aquí las producciones que ha lanzado el conjunto homónimo residente en Chile. Perfectamente se puede incluir algunos posteos en esta querida página de nuestro amigo Lacan. Eso sí, no corresponde darle inserción como parte de la discografía oficial, sino como conjunto “familiar” o “emparentado”, coincidan o no los miembros como personas individualizadas y/o yuxtapuestas. Muchas cosas se quedan en el tintero: intentar una discografía con la plenitud que ello requiere es una tarea a veces titánica, donde el efecto de “depurar” el material juega un rol esencial para los coleccionistas o seguidores honestos. Dentro de los procesos de búsqueda aparece mucho material disperso, poco conocido o con poca cobertura. Así es como los Quilapayún han sacado numerosos temas no incluidos en LP oficiales, que han salido sólo en formato single (45 rpm), insertos en producciones de variados intérpretes, o en reediciones. Se me viene, p.ej.. la canción “Ramona” (dedicada a Ramona Parra, militante progresista asesinada en 1946, en gobierno “democrático”), la “Internacional”, “Himno de las Juventudes Comunistas”, “Nuestro Cobre” (en estudio), y tantas más. La música es expresión, arte, sensibilidad, pasión, pero, más que nada, conciencia, y con ésta es donde los elementos que podamos considerar trascendentes o poco significativos, deben ponerse en su lugar, sin necesidad de anularlos, aunque conservando los objetivos y pasos que necesitamos para una sociedad más justa, libertaria y equitativa.
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